Es un hermoso desafío ser la familia de un extranjero en tu propio país, enseñandole día a día un nuevo idioma y el ritmo de las actividades cotidianas para que pueda involucrarse rápidamente y sentirse parte. En este punto no solo brindarás de tu tiempo, familia y hogar sino que también tendrás la oportunidad de aprender en tu propia casa de una cultura nueva y una forma diferente de amar.

¡Trabajar en equipo es una bendición! Y a eso sumarle la posibilidad de trabajar en un equipo intercultural aún más. Recibir a un Shortie en tu iglesia u organización, significa que será el lugar donde el joven o los jóvenes podrán expresar sus dones y talentos para servir a Dios. Ayudando con tareas diarias asignadas, no solamente será una bendición en lo práctico para la iglesia u organización, sino que también forjará el carácter del jóven en una nueva cultura.

Muchos de nuestros Shorties llegan a través de este programa, por primera vez a America Latina. Esto significa un GRAN desafío para muchos de ellos, incluso en cosas que nosotros podríamos pensar que son muy normales como por ejemplo: tomar un bus. Es por eso que en este punto, puedes ponerte a disposición para acompañar a un Shortie en su "nuevo día a día" ayudándole a entender como moverse en la ciudad, como cambiar dinero, donde comprar, etc.

Los desafíos, cambios y choques culturales abundan en este programa. Es por eso que tenemos que orar mucho por los jóvenes que se animan a dar este paso de fe y llegar a un nuevo país para servir por unos meses. Ora para que se puedan sentir en familia rápidamente, para que el aprendizaje del idioma sea fluido, para que puedan adaptarse bien a todos los cambios culturales, por sus procesos personales con Dios y para que en sus iglesias latinas sean bien recibidos.